Este año la montaña no me quiere

Parece ser que este año la montaña y yo no hemos tenido una buena relación.

Otro amargo sabor de boca que me llevo esta vez, después del intento fallido de subir al Certascan y del abandono del GR-11.

Empiezo por el principio, Benasque 7.30 de la mañana y todos en pie para ir a subir lo que será mi segundo 3000, el día amanece algo tapado pero por el momento sin la lluvia ni la nieve temidas por los partes meteorológicos.

Cogemos el coche y nos dirigimos a nuestro punto de salida, un pequeño sendero que parte desde la carretera que va de Benasque hasta Llanos del Hospital.

Al ir subiendo por la carretera vemos que el tiempo va empeorando, el cielo cada vez esta más y más cubierto y empieza a llover.

Aparcamos el coche, nos tapamos de la fina lluvia que cae y empezamos a subir, los primeros 400 metros a través de un pequeño bosque que pronto deja paso a las praderas que se hayan a estas altitudes. 

Lo que empieza con una lluvia fina se convierte en una fuerte lluvia que con el paso de la ganancia de altura se transforma en nieve.

Esta nieve junto con las fuertes rachas de viento que soplan nos hacen recular a tan solo 2200m.

Nos vemos inmersos en una fuerte tormenta de nieve con rachas superiores a 30km/h y una temperatura gélida, el frío nos empieza a calar y el agua también.

Somos tres los que intentamos subir, dos de nosotros con experiencia y un tercero sin ella, así que por el bien de los tres decidimos recular y quedarnos con las ganas de poder subir.

Hemos hecho el intento de subir a alguno de los ibones que hay por la zona pero nos resulta imposible, a más a más el viento nos sopla de cara y nos dificulta mucho la visión.

El día anterior le comentamos a la mujer del lugar donde nos hospedamos que como estaba el tiempo y que queríamos hacer cima en El Perdiguero, la mujer nos dice que lo tendremos difícil ya que sopla viento del norte, al principio nos quedamos sorprendidos, ya que la noche  antoja cielos descubiertos y serenos, no entendemos muy bien que nos quería decir.

Ahora entiendo lo que quería decir después de buscar por Google. 

En Benasque y en otros valles del Pirineo se produce lo que se llama el Efecto Föhn, Efecto Barrera o como nos dijo la mujer, Aire del Norte o Nortada. 

En resumen, es un viento normalmente muy frío que irrumpe desde el norte haciendo que este ascienda y condensándose formando precipitaciones en las vertientes norte y dejando una temperatura cálida y un día soleado en la vertiente sur.

Me ha parecido un efecto climatológico increíble y sorprendente para que os hagáis una idea, dos fotos de la misma mañana en la vertiente norte y en la vertiente sur, creo que no hace falta decir cual es cual. 

Ahora entiendo el porque de la diferencia de climatologías en la isla de Tenerife, nunca entendí porque el norte es tan lluvioso y tan verde y el sur tan desértico... ahora lo entiendo!

Así que una vez llegados al coche decidimos volver al apartamento para secarnos, entrar en calor e ir a visitar los pueblos del maravilloso Valle de Benasque. 

Pero esto será en otra entrada.


Salut i muntanya!